Pista nº 6

¿Crees en la magia?

Estoy seguro que si desligamos de ella el concepto sobrenatural y lo bajamos a un aspecto meramente terrenal llegamos a un acuerdo en su existencia. Entre las muchas definiciones que podemos encontrar me quedo con dos:

  1. Magia como el «encanto o atractivo de alguien o algo». (esta es una de sus definiciones a la que he eliminado la acepción hechizo por ese acuerdo al que hemos llegado de eliminar el aspecto esotérico del tema).
  2. Y Magia como «conjunto de conocimientos y prácticas con los que se pretende conseguir cosas extraordinarias».

Ya lo se, me «pirra» la dualidad de las cosas, el cara y la cruz, el ying y el yang (animalia maquinaria). La primera definición hace alusión a lo incontrolable, a lo innato, a lo natural. La segunda a lo controlable, a lo que se atiene a la lógica, esas reglas que hemos descifrado estudiando al sujeto de la primera definición para obtener aquellos elementos a la hacen posible.

En esta serie de post, bajo el también dual epígrafe de The mistery (of) brands, hemos ido desglosado esos distintos elementos que van construyendo una marca de una manera sólida. Al mismo tiempo que nos vamos acercando a esa marca misteriosa que nos ha servido de caso de estudio, y que desvelaré en el próximo y último post de la serie el mes que viene, julio, para más pistas 😉

Muchas son la marcas. De ellas sólo algunas trabajan de una manera decidida y consciente esas reglas que hemos estado descubriendo. Entre las últimas, sólo unas pocas marcas son tocadas por la varita mágica y adquieren ese aura especial para convertirse en referentes de su sector no sólo por lo que venden sino por lo que representan y el valor intangible que aportan a aquello que venden.

Entonces, ¿seguir las reglas no garantiza obtener una marca de éxito?

Sí, a la primera premisa de la pregunta: seguir las reglas te hará tener una marca de verdad y no sólo un nombre, un logotipo o un producto. No, a la segunda premisa: seguir la reglas no garantiza el éxito, entendido este como trascender más allá de tus productos de venta. Este éxito es independiente del éxito económico. Me refiero al éxito de una marca como aquello que hace que en los momentos de crisis de tu producto, que se producirán si la vida de la marca es lo suficientemente larga, sea el valor añadido de la marca, esos intangibles a los que tantas veces hacemos referencia, la magia, lo que haga que el consumidor de un voto de confianza a la marca y pese a todo sigue en ella por su confianza en todo lo que nos dio.

¿Donde surge la chispa que hace que nazca la magia?

Te devolvería la pregunta de una manera que lo entenderás enseguida: ¿que hace que un mago nos fascine? Sabemos que tiene truco; que nos esta llevando a un lugar en el que nos olvidemos de la realidad y nos sumamos en la fantasía; nos propone un juego que nosotros voluntariamente queremos jugar, no lo confundamos con que nos quiere engañar. El éxito del mago esta en que él es el primero que cree en su magia transformando la atmósfera a su alrededor y quedando todos envueltos en ella. Esto mismo ocurre cuando un relato te atrapa y no puedes dejarlo, una página te lleva a la siguiente, un capitulo a otro y así hasta llegar al final. O cuando una película te absorbe completamente por dos horas llevándote a un lugar que sabes que no es real pero da igual. Esa magia surge de la VERDAD que hay detrás de lo que nos cuentan. Esa VERDAD no es sinónimo de cierto o de real. Esta, VERDAD, la define Robert McKee, uno de los grandes gurús de la escritura de guión de Hollywood, como la coherencia en la historia. Construye tu mundo, inventa tus reglas, –las que sean–, y no te las saltes. No te hagas trampas, porque se las estas haciendo al espectador. Construye tu marca, inventa tus reglas, –las que sean–, y no te las saltes. No te hagas trampas, porque se las estarás haciendo a tus clientes. Esta es la base del Branding: SER de VERDAD.

Y hasta aquí hemos llegado. Nos leemos.