A modo experimental se incorporó a la flota de autobuses urbanos de la ciudad de Pamplona un nuevo vehículo totalmente eléctrico. Este se usaría alternativamente en diferentes rutas para estudiar su comportamiento y rendimiento de cara a una futura renovación del parque de vehículos por nuevos más eficientes y ecológicos.

El objetivo que perseguía el diseño que realicé fue el de comunicar la diferencia cualitativa del vehículo pero a la vez incorporarlo como uno más de la compañía prestataria del servicio de transporte. Para ello se mantuvo la base de la rotulación de los autobuses urbanos de la ciudad, que son blancos con sus características franjas onduladas verdes y amarillas. Y a partir de ahí incorporar los nuevos elementos de diseño y los mensajes definidos por el cliente.