Pista nº4

Siguiendo el rastro de los pasos que hemos ido dando nos acercamos al ecuador de nuestro camino. Tenemos una razón que nos mueve y tenemos un producto que la satisface y sabemos a quién va dirigido. Cuando se llega a este punto es cuando uno empieza a plantearse empaquetar su producto.
Este es el momento en el que las armas del diseño entran a trabajar para transferir en un nombre, forma, estilo, material, estética, etc. todo lo que nuestro producto ofrece, al público al que va dirigido. Muchas decisiones a tomar:

  1. Naming
  2. Logotipo: Logotipo, imagotipo, anagrama, Isotipo…
  3. Versiones
  4. Claim
  5. Mascota
  6. Color corporativo, paleta de color.
  7. Tipografía
  8. Aplicaciones
  9. Usos incorrectos
  10. Otros (sonido, música, olor, prescriptores, tono…)

Estas son algunas, no son todas. No todas son necesarias, ni obligatorias. Simplemente son piezas de las que disponemos para adaptar a nuestras necesidades aquellas que mejor ayuden a transmitir nuestros fines.

Tan importante como el que, es el como.

El diseño corporativo tiene dos recorridos: el primero importante, el segundo importantísimo; el primero es a corto plazo, el segundo es a largo plazo; el primero intenso, el segundo extenso; el primero sienta las bases del segundo y el segundo es la base de todo. Ambas construirán la marca que hasta este momento tan sólo era un proyecto, un conjunto de intenciones o incluso de algunas realidades, pero que no habían tenido reflejo en una realidad ni habían tomado consciencia de si mismas. En definitiva, ha tomado forma.

¿Cuales son estas dos partes?

1ª. Parte, CREATIVA. Es la de creación. Toma de decisiones. Decidir cómo serán los diferentes elementos del diseño corporativo que enumerábamos anteriormente. Y el establecimiento de las normas y formas de aplicación de dicha imagen para garantizar que los objetivos perseguidos en su origen no se diluyan con el uso.
2ª Parte, EJECUTIVA. Es la del trabajo de aplicación de esa imagen definida en la parte creativa a todos aquellos elementos de comunicación, packaging, contenidos, etc. que la marca produzca a lo largo de su vida. Su coherencia y consistencia a lo largo del tiempo construirán una imagen más o menos potente.

¿Y nuestra marca incógnita? ¿Qué tal es su diseño corporativo? Te diré que es magnífico en su concepción, e impresionantemente efectivo en su implantación. Ninguna otra marca de su sector ha conseguido hacerlo jamás con ese nivel de eficacia y respuesta por parte de su público. Público que se ha convertido en lo que ahora se denomina, brand lovers, fanáticos de la marca y que no solo la consume, sino que la integran en su vida. Y lo mejor de todo: se convierten en prescriptores. Este es el nivel máximo al que toda marca puede llegar, el lugar en el que tus usuarios son los mejores embajadores de tu producto y los mejores comerciales y vendedores del mismo.

¿Sabes ya que cual es la marca de la que vamos hablando? Seguimos avanzando. No vemos por estas líneas.